Mundial sub 20: Fofana revelación francesa

“Enorme, enorme, enorme”, señaló el seleccionador de Francia, Francis Smerecki, en referencia al papel de Gueida Fofana en la victoria sobre Nigeria en cuartos de final de la Copa Mundial Sub-20 de la FIFA. Valga la redundancia. “Gueida es muy importante. En el momento más difícil del partido, él supo dar un empujón, motivar y levantar la moral de sus compañeros. Es un verdadero líder”, agregó el técnico.

Además de ejercer bien su función de volante, el dorsal número 8 de los Bleuets recibió elogios añadidos justamente por el empeño que puso como capitán de un equipo que no se dejó abatir por el duro golpe sufrido en el minuto 48 del segundo tiempo, momento en que los africanos arrancaron el empate y forzaron la prórroga. Después de arengar a sus compañeros, Fofana fue más allá y demostró su refinada técnica batiendo por alto al portero nigeriano Dami Paul con una volea perfecta desde fuera del área.

Fue un gol que devolvió a Francia la ventaja en el marcador y, lo que es más importante, fue un jarro de agua fría para la reacción nigeriana. “Recuerdo que solo tuve tiempo de mirar a ver dónde estaba el portero. Me di cuenta de que estaba adelantado, arriesgué por arriba y acerté”, comenta Fofana a FIFA.com.

La naturalidad con la que describe el lance podría inducir a creer que el capitán está acostumbrado a marcar. Pero nada de eso, como él mismo reconoció durante nuestra entrevista, cuando algunos de sus compañeros que se dirigían al autobús le sacaron los colores llamándole pichichi. “No es así. Claro que me alegré al marcar, pero no es mi mayor preocupación. Estoy contento porque el gol fue importante para nuestra clasificación. Lo que cuenta al fin y al cabo es que salimos victoriosos”.

Tal y como nos reveló Smerecki, Fofana se desempeña con inusitada facilidad en el papel de líder del grupo. Y allí, en el medio campo, portando el brazalete de capitán, se impone a los rivales, inicia jugadas de ataque, observa, comanda… “Es un papel que me conviene, porque se ajusta a mi personalidad. Desde pequeño soy así. Me gusta liderar, animar y dar consejos. Fue lo que intenté hacer cuando ellos empataron al final”.

Una buena noticia
Es hablador dentro del campo, pero sereno y observador fuera. Con todas estas virtudes, no es de extrañar que el jugador de 20 años arraigara en las divisiones inferiores francesas desde los 15 años, y se convirtiese en la mano derecha del seleccionador galo dentro del campo en el largo recorrido que ha mediado desde el título europeo sub-19 hasta la semifinal de Colombia. Esa trayectoria atravesó su principal bache en la goleada sufrida en el estreno mundialista contra los anfitriones, pero aquella humillación se ha trocado en una especie de renacimiento para una selección que ahora sueña con el título.

“Es bueno ver que hemos evolucionado después de aquel comienzo complicado. Fue un batacazo, pero nos ayudó a despertar y a demostrar que tenemos más potencial del que exhibimos en aquel encuentro”, juzga Fofana. “Estamos muy unidos, jugamos de forma compacta y no queremos parar aquí. Aún nos queda margen para crecer y sé que podemos terminar bien este Mundial”.

Esa misma frialdad y esa misma personalidad con las que analiza las vicisitudes del partido el volante las muestra en sus decisiones personales. Como por ejemplo la de seguir en Le Havre, club de la segunda división francesa, aun cuando está siendo observado de cerca por equipos como el Aston Villa o hasta el propio Real Madrid. “Creo que aún era pronto para salir. Es mi ciudad, ahí crecí, ahí tengo familia y ahí me casé hace poco. Por eso me siento muy feliz”, nos cuenta. “Está siendo importante para mi carrera. A los 18 años jugué una temporada completa de la segunda división y sigo bien. Si se diera el caso de tener que marcharme dentro de poco, tengo la certeza de que todas estas experiencias van a ayudarme a crecer en un nivel más alto”.

Él espera jugar a su máximo nivel técnico y mental este miércoles, cuando Francia salte al campo de Medellín para enfrentarse a Portugal. “Va a ser un partido muy difícil. Ellos han ganado a Argentina, no han recibido ningún gol y tienen una defensa muy sólida”, explica. Para Fofana y compañía, vencer no significaría solo acceder a la final del torneo, sino también algo mayor: “Queremos demostrar que tenemos una de las mejores generaciones del mundo y que la selección absoluta puede contar con nosotros en el futuro. Sería un título importante para nuestro país”.

Aunque la Copa aún no esté en sus vitrinas, los franceses ya pueden celebrar una buena noticia: esta generación estará en buenas manos con este líder al mando. Smerecki, que es quien más sabe de eso, no tiene dudas al respecto: “El camino ha sido largo, pero vamos a seguir trabajando porque queremos más. Ahora bien, conviene dejar clara una cosa: sin un jugador como Fofana, no habríamos conseguido llegar hasta aquí”.

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