Por:Isabella Recio
Corresponsal en Washington DC
Colombia con TLC aumentaría la comercialización de productos nacionales generando más empleo y bienestar para su población. Además de promover la creación de nuevas empresas con capital nacional y extranjero, modernizaría su aparato productivo.
Colombia sin TLC sería aventajada por los países que sí han negociado sus tratados con Estados Unidos viendo seriamente afectadas sus exportaciones. Por economía, los estadounidenses comprarían productos mexicanos, chilenos, dominicanos o centroamericanos, en lugar de los colombianos.
Actualmente entre ambos países lo que rige es conocido como la Ley de Promoción Comercial Andina y Erradicación de la Droga (Atpdea en inglés), creada por el gobierno de los Estados Unidos para fortalecer las economías de Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú, y apoyarlos en su lucha contra el narcotráfico. En virtud a dicho tratado unos 6.100 productos colombianos son exportados al país del norte con cero aranceles.
Son muchos escollos los que ha tenido que atravesar el Tratado de Libre Comercio (TCL) desde que finalmente fue redactado en el 2006. Después de 21 meses, 15 rondas y 100 reuniones entre las partes fue aprobado por el Senado de Colombia en junio de 2007.
En la boca del horno
El presidente George Bush envío el texto del tratado de manera intempestiva para su aprobación, pero desde abril de 2008 la votación quedó aplazada al ser considerado que estuvo rodeado de una presión indebida por parte del Partido Demócrata, especialmente en el seno de la Cámara de Representantes, entonces encabezada por Nancy Pelosi.
Hoy, con un respaldo fuerte de los sindicatos estadounidenses, permanece estancado en el Congreso con pretextos como las preocupaciones de los demócratas por la violencia contra sindicalistas en Colombia. En otras esferas, los ministros colombianos realizan una ofensiva política y diplomática en Washington, la primera de su tipo, frente al Gobierno del presidente Barack Obama.
Pero también un puñado de colombianos, solitarios y a veces anónimos, realizan iniciativas de apoyo en diferentes ciudades de la nación norteamericana para que sea aprobado de una vez por todas en el Congreso.
Hoy más que nunca Colombia necesita del TLC. La fase que falta para su aprobación precisa de mucho trabajo y aliados, como el vallecaucano Julián Hoyos Salcedo, fundador de la Cámara de Comercio de Washington desde hace 10 años.
Con “prudencia” y “persistencia”, como reza el slogan del gobierno colombiano, ha realizado eventos, enviado cartas a los congresistas. Ha puesto en marcha un lobby personal en solitario “empujando” su aprobación con foros, ruedas de negocios, eventos culturales, exposiciones y conferencias. Es tal su convicción y decisión que hasta lo ha defendido físicamente.
“El día que invitamos al ex presidente Álvaro Uribe al Press Club en Washington DC, habían unas 50 personas contrarias al TLC en la entrada. Al tratar de ingresar atravesando el grupo, uno de ellos me empujó y me tocó forcejear delante de la prensa nacional e internacional”, dijo a Colombia Hoy en su oficina de Hyatsville, Maryland.
Parafraseando a John F. Kennedy, Hoyos no espera a ver “qué nos va a dar el Gobierno sino qué podemos nosotros aportar”. Aunque miembros del Congreso y funcionarios de alto rango de la administración del presidente Obama han manifestado su apoyo a Colombia y su deseo de estrechar los lazos de cooperación, no se vislumbra una señal clara de cuándo podría someterse a votación el TLC este año.
No obstante, el pasado 7 de julio se realizó un simulacro de la votación sobre la ratificación del mencionado tratado y resultó favorable para nuestro país.
Con visión estratégica
Hoyos no se ha quedado sentado sobre sus manos. Paso a paso organizó para el próximo 2 de septiembre el evento que ha preferido llamar Cumbre por el TLC entre Colombia y USA.
Desde la 1 hasta las 7 de la tarde, en el Gold Room del Capitolio Nacional de Washington D.C., espera la asistencia de de políticos y diplomáticos que han sido convocados con persistencia en su callada gestión, al igual que los hombres de negocios, miembros o no de la cámara de comercio que preside.
Entre sus múltiples ocupaciones Hoyos ha sacado tiempo para visualizar un apoyo clave a los empresarios colombianos y las organizaciones que quieran penetrar el gran mercado que Estados Unidos representa. Aunque su visión está condicionada a una aprobación del TLC no le resta mérito adelantar una gestión para que los exportadores colombianos, sobre todo a la Pymes, saquen provecho del llamado Parque Internacional de las Américas.
Se trata de una infraestructura monumental de mercado ideada para la distribución física de productos en territorio estadunidense, elemento clave para la competitividad. En opinión de Hoyos es indispensable asegurarse un lugar en el Centro Inteligente de Distribución, como es calificada el área de Delaware, al este de Estados Unidos.
Fotografías: Cortesía Cámara Colombo Americana. Julián Hoyos