La sonrisa, un camino hacia la salud y la belleza

La sonrisa es un instrumento maravilloso considerado como un síntoma de buena salud tanto física como mental.

Aunque reír no cuesta nada, en ocasiones  los problemas y situaciones que atravesamos hace que no podamos brindar una  expresión  tan sencilla como lo es la sonrisa, tan beneficiosa para la salud y la belleza.

Estudios  han demostrado que la fórmula  para lograr juventud, belleza y felicidad está en  el buen humor y éste se logra practicando la alegría por la vida y es muy fácil solo tiene que sonreír. La risa cultiva el optimismo y está considera como la mejor medicina para vivir bien.

Quizás ustedes se pregunten: ¿dónde y cómo poder encontrar un poquito de alegría?

La alegría está dentro de nosotros mismos, es un hábito que se puede adquirir como otras cosas en esta vida.  No digo que sea fácil,  porque para cambiar esos hábitos de tristeza, romper ataduras, olvidar los fracasos, la melancolía,  el mal carácter y depresión entre otros, hay que estar alerta en lo que pensamos y hacemos cada día, ya que lo que tenemos en nuestra mente es lo que trasmitimos y sentimos.

Por tanto,  es necesario hacernos el propósito crear pensamientos positivos, optimistas, olvidar las frustraciones del pasado y los problemas del presente, y sonreírle a la vida día a día para así llenar nuestra  vida  de salud, juventud, felicidad y lograr una personalidad más radiante y atractiva.

Aquí comparto con utedes algunas sugerencias, para sonreírle a la vida.

– Sonría más seguido, aunque al principio le cuesta algún trabajo no lo deje de hacer.

– Enfoque en  su mente pensamientos positivos.

– Sea tolerante en todo y con todos.

– Trate de ser  amable y cortes.

– No se enfade cuando el tráfico está congestionado, cuando su niño se porte mal o  las cosas no salgan  sean como usted las planificó.

– Ayude a las personas, sin mirar a quien, no hay mayor alegría que brindar ayuda a quien la necesita y no espere recompensa por las cosas buenas que hace.

– Escriba en un papel todas las emociones negativas que le hagan sentir enojada o triste, luego quémelas y vótelas en la basura.

Recuerde que: “La sonrisa enriquece a quienes la reciben, sin empobrecer a quienes la dan”.