Con gusto agradezco a quienes han apoyado las buenas causas en las que hemos participado durante el año; reconozco a las empresas y los individuos, quienes sin dudarlo, con su entusiasmo, han permito que se realicen los sueños de muchos hombres, mujeres y niños, para quienes ese granito de arena o ese gran aporte les ha devuelto la alegría, les ha permitido comer, tener un techo, tener una prenda para vestir o lograr el éxito en la vida.
Todos los que han aportado su tiempo, sus ideas, han sido generosos, han dado lo mejor de sí mismos, se han convertido directa o indirectamente en benefactores que han logrado tocar la vida de muchos, ya sea para un alivio temporal o permanente.
Les doy inmensas gracias a nuestros colaboradores quienes han sido el motor de nuestro proyecto. A los clientes que han confiado en nosotros para ser parte importante de sus negocios.
Agradezco ese espaldarazo cuando más ha sido necesario, los labios que pronunciaron la palabra adecuada en el instante preciso, la escucha en el momento indicado.
Y claro que también agradezco a quienes no han jugado limpio, a aquellos que nos han cerrado sus puertas, a esa persona que ha sido zafia, ruda y por supuesto, a los que nos criticado porque también, de esa particular manera, nos han mostrado el camino.
La vida es bella y es buena, con todos sus matices y los altibajos, nos lleva a donde queremos llegar.
No podía dejar pasar el día de Acción de Gracias sin agradecerle a Dios y a todos los que de una u otra manera se han vinculado con nosotros. A la familia por ser esa columna en donde siempre está el soporte. Todo ha sido para bien.
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