En Illinois los automovilistas muchas veces están temerosos de ser captados por alguna de las cámaras instaladas para detectar infractores; quienes manejan tienen que estar alerta de no pasarse los semáforos en rojo para poder evitar multas. El cruce a la derecha, permitido cuando la luz está en rojo después de que el vehículo se detiene completamente, se convierte en un dilema que llega a dejar tembloroso a quien está frente al timón y con carros atrás haciendo ruido para que se mueva.
Según Alejandro Solís, él decidió no volver a cruzar ninguna luz en rojo y prefiere aguantar la incomodidad de soportar la impaciencia de quienes están pitando detrás de él, cuando le toca esa situación. De acuerdo con su testimonio, ha recibido infracciones aun cuando él siente que se detuvo completamente en una esquina antes de voltear.
Una clave para saber si legalmente está listo para seguir, después de haberse detenido completamente, es cuando siente que el cuerpo se va un poco hacia adelante y regresa a su posición inicial; también se dice que contando mentalmente (mil uno, mil dos, mil tres) después de detenerse, le puede dar una medida de cuando está listo para voltear, sin meterse en problemas.
Estos ojos automáticos que las autoridades tienen en diferentes cruces, ayudan a las ciudades a recibir más dinero y a los conductores a estar con las pilas puestas; son odiados por muchos y considerados necesarios por otros.
Las cámaras están vinculados con el sistema de tránsito y los sensores ubicados bajo el pavimento, justo antes de la línea blanca que marca donde debe detenerse. El sistema de cámaras es activado cuando el vehículo pasa por los sensores justo después de que la luz cambia a rojo, en ese momento empiezan a tomar fotos y videos de la parte trasera del vehículo.
Las imágenes tomadas infraganti son examinadas por el proveedor para asegurarse de tener una buena calidad de imagen. Después son enviadas al departamento de rentas de la ciudad. La multa la recibe el propietario del vehículo y el video de su infracción lo puede revisar en www.cityofchicago.org/Revenue
¿Cómo funcionan?
Las cámaras no toman fotos de los vehículos que legalmente voltean a la derecha en rojo, después de haberse detenido completamente; tampoco se activan cuando un carro está en la intersección esperando para voltear a la izquierda. Solo son activadas cuando el vehículo entra a la intersección después de que la luz ha cambiado a rojo.
Pero como si esa preocupación no fuera poca, ahora las cámaras para controlar velocidad en el área de las escuelas han creado más expectativas entre los habitantes de Chicago. Su funcionamiento que inicia el primero de julio, será de lunes a viernes desde las 7 am hasta las 7 pm. Cuando estén presentes los niños, de 7 am a 4 pm, el límite de velocidad será de 20 millas por hora, cuando haya estudiantes y 30 millas por hora cuando no estén, al igual que de las 4 a las 7 de la noche.
Como la medida pretende proteger la vida de los menores, de 6 am a 11 pm los siete días a la semana, alrededor de los parques la velocidad límite es de 30 mph.
La primera vez que el propietario de un vehículo es elegible para recibir una multa, en lugar de ello recibirá una advertencia; Las costos de las sanciones son de $35 para los vehículos que viajan de 6 a 10 millas por hora sobre el límite de velocidad en una zona de seguridad y $100 dólares para los que vayan a 11 o más millas sobre el límite de velocidad registrado.
El dinero que se recaudará con esta medida será utilizado en la seguridad de los niños, como programas de cuidado después de la escuela, programas contra la violencia, etcétera.
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