Donar órganos es donar vida

La familia Aranda nunca pensó que un día se enfrentaría a una de las agonías más angustiantes de sus vidas. Uno de sus seres más queridos, Lisbeth, se encontraba entre la vida y la muerte a la espera de un milagro: conseguir un donante compatible que pudiera donarle su hígado y riñón. Se debatían contra el tiempo. Lisbeth era una más en la lista de espera y su destino dependía de la generosidad de otra familia que probablemente estaba pasando por circunstancias igualmente difíciles. Los minutos eran eternos y, lo que parecía imposible, es hoy una realidad. Emocionada al recordar momentos de tanto dolor, Elba Arroyo-la hermana de Lisbeth- reflexiona: “Con tantas súplicas le pedíamos a Dios que los órganos llegaran a tiempo, antes que pasara lo peor…Imagínate una vida en una lista de espera…”

Como parte de la celebración de abril, mes nacional de la donación de vida, la organización

Gift of Hope invita a la comunidad hispana a inscribirse en el registro estatal de donantes y a discutir esta decisión en familia, permitiendo así salvar las vidas de miles de latinos que actualmente sufren alguna enfermedad crónica o terminal.

Raiza Mendoza, Coordinadora de RR.PP. y Relaciones con la Comunidad Hispana para

Gift of Hope explica que “sólo el año pasado, un total de 28,052 personas recibieron un trasplante en los Estados Unidos. Una cifra que dista mucho de ser una respuesta a las necesidades de un país donde cerca de 117,000 personas -incluyendo miles de niños- se encuentran a la espera de un órgano para seguir viviendo”. De éstos, más de la mitad pertenecen a grupos minoritarios, incluyendo hispanos. Una población genéticamente más propensa a sufrir enfermedades crónicas como insuficiencia renal, presión arterial alta y obesidad, que derivan en la necesidad de diálisis o de un trasplante.

“Los latinos debemos tomar consciencia de la importancia de la donación de órganos como una manera solidaria de ayudar a los miembros de nuestra propia comunidad. Es menos probable que un paciente rechace un riñón, si éste proviene de un individuo con características genéticas similares. Y, generalmente, las personas son genéticamente más afines a los individuos de su misma etnia o raza”, explica Mendoza.

De acuerdo a datos del Departamento de Salud, más de 3,000 hispanos se beneficiaron de un trasplante de órganos durante el 2012. Entre ellos, Lisbeth. Un ejemplo que marcó la vida de los Aranda y que hoy los ha llevado a tomar consciencia de la importancia de conversar el tema de la donación en familia y de inscribirse en el registro de donantes. La hermana de Lisbeth relata: “Me sentí muy orgullosa cuando mi hijo recién sacó su licencia de conducir y le preguntaron si quería ser donante. Sin pensarlo dos veces contestó ‘SÍ’. Eso es lo que hay que fomentar en nuestros hogares. Imagínate si tú puedes ayudar a salvar vidas. Vidas pequeñas, grandes, latinas y de todas las nacionalidades y colores. Más aún dentro de la comunidad hispana que somos una minoría, a la hora de donar órganos”, aseveró Arroyo.

Y agrega: “La donación de órganos es un milagro. Un milagro que puedes decidir en vida…Es la máxima expresión de amor a la humanidad. Seamos conscientes que tal vez mañana puedas ser tú el que necesite de ese milagro de vida”.

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